Curiosa tu historia. Me gustaría preguntarte, ¿qué cambió en ti para convertir el sufrimiento de ser cornudo en algo placentero?
En cuanto a tu situación actual, sí puedo opinar te diría que deberías centrarte en buscar pareja sí es lo que quieres, lo de cumplir tus sueños cuckold ya llegará, sí tiene que llegar.
Lo que si que puedo decirte que su primera infidelidad me hizo vivir una situación traumática, pero sin embargo, con el tiempo empecé a modular esa situación, y me fui dando cuenta que nos queríamos, pero nuestra relación en el plano sexual estaba completamente estancada.
Aunque me era fiel, la veía apagada, controlándose por miedo a perder de nueva la pareja. Además perdimos el gusto por el sexo; Faltaba algo (o mucho).
Fui observando detalles del día a día, y me di cuenta que ella tenía la necesidad vital de conquistar. Que estaba haciendo unos esfuerzos tremendos para encajar en una relación que la encorsetaba. En ese momento, empecé a separar el amor del sexo, y comencé a entender que el dolor no está en los cuernos sino en la traición.
Fue tomar conciencia de ello, y comenzar a sentir orgullo de tener una esposa "tan puta" (en el buen sentido). Me tomé mi tiempo, y al ver que no era algo pasajero, hablé con ella y le pedí que follara con otros; que era mi fantasía.
Se lo tomó con sorpresa y algo de indignación, y me dijo que estaba loco y que solo quería hacerlo para tener una excusa para dejarla.
Sin embargo, ella lo habló por su parte con una amiga común que es psicóloga, y para su sorpresa, le dijo que lo mío era una fantasía recurrente en los hombres.
Fue llegar a casa y me hizo sentar para decirme que lo había hablado con nuestra amiga (en ese momento casi me dio un parraque), y que disipadas sus dudas, había decidido follarse a su fisio, porque le ponía desde hace tiempo. Que si quería echarme atrás el momento era ese, porque una vez se iniciara en esto, se follaría a quien quisiera y no valdrían reproches.
Y a los 15 días ya lo había metido en el salón de casa, porque en la consulta era peligroso. Todavía guardo la grabación que hicimos con una cámara espía, porque ya que iba a cumplir mi fantasía no quería que tuviera dudas de que sí se lo follaba.
Cuando llegué a casa me dio un morreo y me dijo; me lo he tirado 3 veces. Que buena soy follando, copón!.
Fue ver la grabación y entender porque necesitaba a hombres de verdad. Viendo el video, ella me agarraba la polla y me corría sin que ni siquiera la meneara... Indescriptible.
Con su fisio estuvo 3 años, y por supuesto a la vez con otros muchos. Siempre quiso y quise más.
jamás pensé que alguien tuviera fantasías similares a mi
