matrimonio español nuestra primera vez

Hola verán me llamo Darío vivimos en Burgos España, yo tengo 42 años, y mi mujer se llama Silvia y tiene 45. Llevamos casados desde el año 2001 y somos un matrimonio convencional.

Nos ha costado mucho no solo llegar a hablar entre nosotros de lo que nos ocurrió aquel día, sino que también nos ha costado mucho escribir esto y contarlo en este foro. Lo hemos hecho porque nos hemos prometido que nuestras próximas vacaciones serán en latino américa y tenemos que volverlo a repetir. Voy a contaros lo que nos pasó y tanto nos traumatizó aquel día.

Tenemos como todos nuestras fantasías, solemos ver en casa películas porno, y entramos a páginas porno concretamente en la de corneadores para leer historias y excitarnos (de eso te conocemos), y nuestros juegos sexuales consisten en que Silvia salga con transparencias o con minis y haga como descuidos y deje verse igual el tanga al sentarse en una cafetería, o salga con una camiseta clarita sin sujetador debajo etc. Esos juegos eran los que nos excitaban y luego en casa hacían que tuviéramos un sexo maravilloso cuando recordábamos cómo le miraba con deseo tal o cual persona. Lo que le voy contar sucedió en diciembre pasado porque pasamos la semana de fin de año en Mexico. Me ha costado mucho contarlo, incluso nos ha costado como pareja volver a hablar de aquello y hemos necesitado tiempo para dar ese paso tan importante que es llegar a admitir que el sexo con otros si es consentido no es malo, más incluso alimenta la unión de la pareja.

Nos alojamos esta vez en Quintana Roo que es la zona un poco más liberal y de más nudismo de Mexico, porque en otra ocasión estuvimos en Rivera Maya y en el hotel donde nos alojamos estaba prohibido hacerlo y en la playa se le quedaba todo el mundo mirando a mi mujer. Ya he comentado antes que a nos encanta que Silvia haga top less para que los hombres le miren las tetitas, que la verdad, apenas tiene pero en cambio tiene unos pezones gordos y negros que le asoman casi como la uña del dedo gordo y los hombres la miran porque creen que es síntoma de estar cachonda. Ese juego siempre nos ha gustado, pero como en esta ocasión, en sitios donde no nos conocen.

Bueno, pues ese día madrugamos como solíamos hacer siempre y ese día salimos caminando por la playa hacia el faro de Vigía Chico. Como no desayunamos y solemos madrugar, nos gusta salir a caminar por la playa y ver desde allí el amanecer. Solemos salir con calzado tipo sandalias, bañador o bikini en el caso de ella, un bronceador en la mano y un monedero que suelo llevar yo para luego si eso poder tomar algo. Estuvimos caminando como dos horas o dos horas y media cuando llegamos a un sitio que llaman el playón y decidimos darnos un baño, serían como las 9 de la mañana. Tras eso y mientras nos secábamos vimos un cartel y al acercarnos leímos: safari en jeep con almuerzo en la playa y esnórquel

Fuimos en la dirección que marcaba la flecha y vimos una caseta en la misma playa, una caseta que estaba cerrada y decía que abrían a las 10. Nos tumbamos a tomar el sol porque había tiempo de sobra, y como siempre hacía Silvia se quitó la parte de arriba del bikini. Allí estábamos cuando escuchamos un ruido detrás nuestro y era un hombre mayor que llegaba con un jeep a la caseta de la playa. Nos levantamos y fuimos donde él interesándonos por lo del safari, bueno, mejor dicho me levanté yo como un resorte y ella me siguió sin caer en la cuenta que había dejado atrás el bronceador y el sostén de su bikini. Cuando se llegó donde mí, que estaba hablando con el hombre del jeep, me extrañé que el hombre y tres chicos que se supone le acompañaban y se llegaron andando hacia donde é,l no dejaban de mirar hacia detrás de mí..., cuando me di cuenta que era Silvia que había venido conmigo...., ¡¡ en top less !!! es más, uno de ellos dijo en alto dirigiéndose a los otros dos, “mira la morra no tiene senos pero parecen ventosas esos pezones renegrones”

Silvia, que no se había dado cuenta de nada, cuando llegó donde yo estaba me preguntó ¿entonces? ...., ella era obvio que no se dio cuenta de nada y ellos estaban casi casi babeando, y mirándola a ella fíjamente a su pechito, le dije que la excursión eran 100 dólares y que duraba 7 horas, es decir que a las 5 de la tarde estaríamos de vuelta y que nos llevarían en el jepp el conductor y los tres chicos a visitar el parque de la biosfera de Sian Kan, que luego visitaríamos el faro Vigía chico, que almorzaríamos en la playa langosta pescada y preparada por ellos con degustación de tequila incluido, y que luego podríamos o nadar o practicar esnórquel con el equipo incluido que es lo que a mi me había llevado hasta donde ellos. Silvia sin rechistar me dijo “Guay, ¿entonces vamos no?” Total que no me dejó tiempo más que para decirle, “sí, pero tápate un poco arriba no?” Silvia se apuró pero ellos dijeron “deje a la morra no le tape usted esas ventosas”

Bueno, lo tomé como un cumplido y Silvia se sonrojó un poquito cuando volvió de recuperar su sostén del bikini y su crema de sol. Montamos en el jeep y tras un camino de unos 50 minutos llegamos al parque de la biosfera que la verdad era precioso. De allí nos llevaron al faro y nos ofrecieron montar en una lancha. Visitamos banco chinchorro que es un arrecife de coral donde nos ofrecieron un chapuzón cosa que así hicimos. No sé como fue que al subir de la inmersión me pareció que uno de los hombres mientras esperaban a subir la escalerilla de la lancha le estaba agarrando de un pecho a mi mujer. Ya arriba al ver que ella estaba normal y no dijo nada pensé que habría visto mal. Total que de ahí volvimos a la playa donde Mario (el hombre mayor y padre de Ubaldo, uno de los chicos) tenía ya hecha una lumbre y sobre ella una parrilla. Nos llegamos donde ellos y muy amables nos mandaron sentarnos en la arena. Uno de los chicos trajo una especie de esterilla que puso en medio y 6 platos de plástico, otro trajo varias botellas de tequila y una caja con cervezas, y Ubaldo fue al coche y trajo un equipo con la música. Total que allí estuvimos comiendo, riendo, charlando, y poco a poco se nos iba subiendo a la cabeza y nos reíamos por todo. Recuerdo que Mario en un momento dado dijo si alguno quería un chapuzón para seguir luego bebiendo y se fue con él Emilio y Silvia que dijo que ella también que necesitaba mojarse. Yo seguí tomando con Ubaldo y cuando volvieron ellos del agua y Ubaldo grita “Órale que bueno! Como me gustan las ventosas de tu mujer” y todos los reímos.

Total que Ubaldo me dijo, “dejemos a estos que descansen del tequila y vamos nosotros al esnórquel, a esta hora es cuando por la luz mejor verás las plantas acuáticas y los peces tropicales”.

Cogimos la lancha y nos fuimos. Estaríamos como hora y media y a la vuelta veníamos animadísimos Ubaldo y yo y me decía que él ahora si tomaría de buen grado una cerveza. Subimos la lancha al arenal entre los dos y volvimos donde estaban los otros cuando al llegar vimos a su padre Mario sentado en un tronco con la polla al aire, a Silvia de pie agachada y apoyándose contra los muslos de Mario y haciéndole una mamada. El chico joven Ricardo follando por detrás a mi mujer, y Emilio de rodillas manoseando los pezones de Silvia. Yo me quedé parado y Ubaldo en un principio echó a correr hacia ellos pero se volvió. Me miró, y me dijo: “vamos, venga, podemos nosotros también divertirnos, ven no vaya a cansarse y se acabe la fiesta” Yo me quedé allí, como a unos 20 metros mirando, no podía hacer nada. Cuando Mario estaba a punto de su corrida Ubaldo ya estaba de pie a su lado, sin el slip y meneándose la verga. Una vez que su padre se hubo corrido Ubaldo le cogió la cabeza y le metió su polla en la boca mientras Silvia para no caerse se apoyaba ahora en las caderas de Ubaldo. Por detrás cuando se hubo corrido Ricardo ocupó su lugar Emilio y entonces era Ubaldo el que estiraba de los pezones a Silvia.

Mario, el viejo, el padre de Ubaldo se vino a mi lado y me dijo tienes mucha suerte con una puta como esta, esta nos deja hoy a todos secos. Y empezó a meneársela allí mismo y yo ya no pude más y me bajé el bañador y me puse a pajearme como un mono. Ubaldo me miraba y recuerdo que gritaba “Örale chingona mire como se la jala su marido viendo lo reputa que es su esposa” los demás reían y su padre otra vez empalmado me decía “mira chavo me voy a hacer una chaqueta y se me va a tragar los mecos”

Total estuvieron cerca de dos horas follando y yo alucinando porque Silvia hizo cosas que jamás me había hecho a mi, la dieron los tres a la vez es decir por el culo el de atrás por el coño el de abajo y de pie por su boca otro y conmigo jamás la di por el culo ni se me tragó la leche en una mamada ni nada de nada. Creo que ese día se volvió loca pero también ahora sé que disfrutó.

Nos ha costado hablar de esto a ambos porque los dos hemos estado avergonzados, pero finalmente y creo que gracias al confinamiento hemos hablado de ello y he sido capaz de decirle que lo disfruté y que quiero que se vuelva a repetir. Silvia me ha confesado que se masturba casi a diario pensando que se entrega de nuevo a esos hombres. Nos hemos prometido este año volver y nos gustaría desde el primer día repetirlo y es por eso que lo contamos y somos usuarios de este foro a fin de conocer corneadores para disfrutar con ellos. Igual es muy pronto para poner foto, aún no nos atrevemos, pero tal vez más adelante. Un saludo desde España y el que quiera alguna sugerencia por mail
 
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