Cosas lindas del cuckold

Buenas a todxs!

Ya que este foro hispanohablante para los cornudos se convirtió en un buscador de bulls y hotwives, mas que en un espacio para compartir experiencias y conocimiento, me gustaría que entre todxs armemos un hilo de cosas lindas del cuckolding. Cosas que nos gusta ver, hacer, sentir, lo que sea. Lo ideal seria que fuera una sola cosa, asi no acaparamos tanto y dejamos que todxs aporten.
Arranco yo, y si tengo que elegir una sola cosa, me voy a quedar con el cosquilleo en la panza que sigo sintiendo cuando acompaño a mi amada a lo de su bull, el nos recibe en la puerta de su edificio y ella se abalanza a sus brazos y se besan apasionadamente. Creo que, entre otras tantas, es una de las mas lindas imagenes que me ha tocado ver en mi vida.
Espero que se sumen y podamos leernos y compartir vivencias y sentimientos.

P/D: RECUERDEN NO JUZGAR A NADIE.

Saludos y buenos cuernos 😊😊😊
 
Buenas a todxs!

Ya que este foro hispanohablante para los cornudos se convirtió en un buscador de bulls y hotwives, mas que en un espacio para compartir experiencias y conocimiento, me gustaría que entre todxs armemos un hilo de cosas lindas del cuckolding. Cosas que nos gusta ver, hacer, sentir, lo que sea. Lo ideal seria que fuera una sola cosa, asi no acaparamos tanto y dejamos que todxs aporten.
Arranco yo, y si tengo que elegir una sola cosa, me voy a quedar con el cosquilleo en la panza que sigo sintiendo cuando acompaño a mi amada a lo de su bull, el nos recibe en la puerta de su edificio y ella se abalanza a sus brazos y se besan apasionadamente. Creo que, entre otras tantas, es una de las mas lindas imagenes que me ha tocado ver en mi vida.
Espero que se sumen y podamos leernos y compartir vivencias y sentimientos.

P/D: RECUERDEN NO JUZGAR A NADIE.

Saludos y buenos cuernos 😊😊😊
Enhorabuena por tu idea de crear un hilo que nos proporcione la oportunidad de compartir las COSAS BUENAS que este estilo de vida no ha aportado.
En mi caso, lo realmente bueno que más valorizo es la confianza y la complicidad que yo y mi esposo hemos alcanzado en estos años de convivencia y morbo.
Ese es el fruto más valioso que hemos cosechado, y los efectos que sobre nuestra forma de relacionarnos tiene esa comunicación que logramos.
Quienes nos conocen dicen que yo y mi esposo, "parecemos novios" y es verdad, tanto en nuestra vida social como en nuestra intimidad sexual se nota que estamos enamorados.
El amor lo es todo y el buen sexo.
Y es en nuestra vida sexual matrimonial dónde se nota la diferencia con otros matrimonios más "convencionales", y lo digo porque tengo amigas que llevan menos años que yo casadas, y ya reclaman de que la rutina y la convivencia de años juntos acaba deteriorando el deseo y con ello disminuye la frecuencia de las relaciones sexuales.
En cambio, ese "efecto rutina" no ocurre en mi matrimonio, y es por eso que siempre digo que mismo después de 18 años casados, yo y mi esposo todavía seguimos de luna de miel.
A mi esposo lo "enciende" saber que soy deseada y asediada, es como que él quisiera competir con los hombres que buscan llevarme a su cama y eso es delicioso.
Y está demás decir que mis "conquistas" ******* también las suyas, y mi esposo disfruta hasta decidiendo, él mismo, que ropa interior, que zapatos y hasta el perfume que debo usar para un encuentro con algún hombre guapo.
Y, cuando regreso a casa, después de una cita, ufff!!!
Ahí comienza nuestra "luna de miel".
Sin importar a qué hora de la madrugada regreso, él siempre me espera despierto.
Sabe que vengo extenuada, pero ese es su turno de hacerme el amor.
Me quiere desnuda en nuestra cama, y disfruta buscar en mi cuerpo los indicios que mi amante pudo dejar durante nuestro encuentro.
Un moretón, un arañazo, un "chupón" en mi piel despiertan su morbo y curiosidad, quiere detalles, y mis descripciones lo encienden de una forma maravillosa.
Quiere descubrir el aroma y el sabor del esperma de mi amante, en mi boca, en mi vagina y hasta en mi piel.
Es como si se alimentara de la energia sexual generada durante mi cita, porque me hace el amor de una forma salvaje e increíble, mientras me susurra al oído pidiéndome más y más detalles de la forma en la que me hicieron el amor y es interminable su ardor por mi cuerpo.
Y lo más valioso es que mi marido -a su edad- nunca tomó la famosa píldora azul.
Apenas toma una infusión de una hierba conocida como CARQUEJA ( nombre científico BACCHARIS ), que en mi país se toma como un té digestivo, pero que tiene el efecto benéfico sobre los hombres de elevar su energía sexual.
Pero a mí me gusta más cuando mi marido -participa- de mis proesas sexuales.
Su mirada, su aprobación me trasmite confianza, es como que quiero que se sienta orgulloso de mi.
Me gusta que esté presente, buscar su mirada y susurrarle un "te amo", mientras mi amante arremete contra mi cuerpo buscando su placer *******, es en todo ese salvajismo que encuentro el remanso en el que se torna mi marido, cuando está presente.
Es como si quisiera completar el salvajismo de mi amante, con su dulzura, sus besos y caricias.
Y eso me hace sentir plena.
Y cuando él se une a nosotros, eso es lo máximo, ahí desaparecen los tabúes y solo importa el placer y el desenfreno.
Para mí, la oportunidad de una "doble" dosis de placer, con mi marido y mi amante abriéndose paso entre mis carnes.
Para mi marido y mi amante, la oportunidad de descubrir en sus cuerpos, mutuas formas de dar y recibir placeres prohibidos.
Pero soy yo la que salgo siempre, más gananciosa de todo este juego de adultos.
Es como si yo fuera una atleta olímpica, y mi esposo mi entrenador, y mi orgullo está en mostrarle cuántos records he quebrado y cuántas medallas de oro he conquistado.
Y ya le he confesado, una y mil veces, que puedo dar más aún, mucho más si él me lo pide.
Es más, deseo febrilmente que sea él, quien me planteara nuevos desafios, algo que fuera difícil para mí, pero que lo hiciera feliz, para intentarlo y así mostrarle mi amor.
-"pídeme lo que quieras," -le he dicho
Pero él parece no entenderlo, o simplemente le alcanza con lo que le doy.
Cómo ven, soy una mujer enamorada de un hombre que también me ama, y es por amor que soy lo que soy y hago lo que hago.
Y cuánto más complaciente soy, percibo que él más me ama, y eso me lleva a complacerlo mas, para que -asi- él me ame más aún.
Se que cualquier terapeuta puede pensar que mi relación con mi marido es "patológica", que simplemente es una simbiosis de una mujer adicta al sexo, con un hombre adicto al morbo.
Pero, -sea como sea- SOMOS FELICES y eso es lo que importa.
 
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Enhorabuena por tu idea de crear un hilo que nos proporcione la oportunidad de compartir las COSAS BUENAS que este estilo de vida no ha aportado.
En mi caso, lo realmente bueno que más valorizo es la confianza y la complicidad que yo y mi esposo hemos alcanzado en estos años de convivencia y morbo.
Ese es el fruto más valioso que hemos cosechado, y los efectos que sobre nuestra forma de relacionarnos tiene esa comunicación que logramos.
Quienes nos conocen dicen que yo y mi esposo, "parecemos novios" y es verdad, tanto en nuestra vida social como en nuestra intimidad sexual se nota que estamos enamorados.
El amor lo es todo y el buen sexo.
Y es en nuestra vida sexual matrimonial dónde se nota la diferencia con otros matrimonios más "convencionales", y lo digo porque tengo amigas que llevan menos años que yo casadas, y ya reclaman de que la rutina y la convivencia de años juntos acaba deteriorando el deseo y con ello disminuye la frecuencia de las relaciones sexuales.
En cambio, ese "efecto rutina" no ocurre en mi matrimonio, y es por eso que siempre digo que mismo después de 18 años casados, yo y mi esposo todavía seguimos de luna de miel.
A mi esposo lo "enciende" saber que soy deseada y asediada, es como que él quisiera competir con los hombres que buscan llevarme a su cama y eso es delicioso.
Y está demás decir que mis "conquistas" ******* también las suyas, y mi esposo disfruta hasta decidiendo, él mismo, que ropa interior, que zapatos y hasta el perfume que debo usar para un encuentro con algún hombre guapo.
Y, cuando regreso a casa, después de una cita, ufff!!!
Ahí comienza nuestra "luna de miel".
Sin importar a qué hora de la madrugada regreso, él siempre me espera despierto.
Sabe que vengo extenuada, pero ese es su turno de hacerme el amor.
Me quiere desnuda en nuestra cama, y disfruta buscar en mi cuerpo los indicios que mi amante pudo dejar durante nuestro encuentro.
Un moretón, un arañazo, un "chupón" en mi piel despiertan su morbo y curiosidad, quiere detalles, y mis descripciones lo encienden de una forma maravillosa.
Quiere descubrir el aroma y el sabor del esperma de mi amante, en mi boca, en mi vagina y hasta en mi piel.
Es como si se alimentara de la energia sexual generada durante mi cita, porque me hace el amor de una forma salvaje e increíble, mientras me susurra al oído pidiéndome más y más detalles de la forma en la que me hicieron el amor y es interminable su ardor por mi cuerpo.
Y lo más valioso es que mi marido -a su edad- nunca tomó la famosa píldora azul.
Apenas toma una infusión de una hierba conocida como CARQUEJA ( nombre científico BACCHARIS ), que en mi país se toma como un té digestivo, pero que tiene el efecto benéfico sobre los hombres de elevar su energía sexual.
Pero a mí me gusta más cuando mi marido -participa- de mis proesas sexuales.
Su mirada, su aprobación me trasmite confianza, es como que quiero que se sienta orgulloso de mi.
Me gusta que esté presente, buscar su mirada y susurrarle un "te amo", mientras mi amante arremete contra mi cuerpo buscando su placer *******, es en todo ese salvajismo que encuentro el remanso en el que se torna mi marido, cuando está presente.
Es como si quisiera completar el salvajismo de mi amante, con su dulzura, sus besos y caricias.
Y eso me hace sentir plena.
Y cuando él se une a nosotros, eso es lo máximo, ahí desaparecen los tabúes y solo importa el placer y el desenfreno.
Para mí, la oportunidad de una "doble" dosis de placer, con mi marido y mi amante abriéndose paso entre mis carnes.
Para mi marido y mi amante, la oportunidad de descubrir en sus cuerpos, mutuas formas de dar y recibir placeres prohibidos.
Pero soy yo la que salgo siempre, más gananciosa de todo este juego de adultos.
Es como si yo fuera una atleta olímpica, y mi esposo mi entrenador, y mi orgullo está en mostrarle cuántos records he quebrado y cuántas medallas de oro he conquistado.
Y ya le he confesado, una y mil veces, que puedo dar más aún, mucho más si él me lo pide.
Es más, deseo febrilmente que sea él, quien me planteara nuevos desafios, algo que fuera difícil para mí, pero que lo hiciera feliz, para intentarlo y así mostrarle mi amor.
-"pídeme lo que quieras," -le he dicho
Pero él parece no entenderlo, o simplemente le alcanza con lo que le doy.
Cómo ven, soy una mujer enamorada de un hombre que también me ama, y es por amor que soy lo que soy y hago lo que hago.
Y cuánto más complaciente soy, percibo que él más me ama, y eso me lleva a complacerlo mas, para que -asi- él me ame más aún.
Se que cualquier terapeuta puede pensar que mi relación con mi marido es "patológica", que simplemente es una simbiosis de una mujer adicta al sexo, con un hombre adicto al morbo.
Pero, -sea como sea- SOMOS FELICES y eso es lo que importa.
Es un placer leerte Mariana. Inevitablemente siento que estas hablando de mi y de mi novia. Cada palabra nos representa. Y el sentimiento de amor tambien. Gracias por todo tu aporte. Espero pronto poder ir a Montevideo y conocerlos ❤️❤️
 
Hay algunas imágenes que no se borran de la mente; así como las emociones que generan.

En mi caso, el inicio de la primera vez fue increible y aunque fue hace más de 10 años, aún hoy me excita.
Mi pareja de entonces y yo habíamos invitado a un chico a unisernos en un hotel. Tomábamos unos vodkas para romper el hielo. Ella estaba abrazada a mi, mientras hablábamos sentados en unos taburetes altos. La besé y le susurré en el oído que la quería ver mamandole el guebo a él. Ella me sonrió y obedientemente fue hasta él. Comenzaron a besarse en los labios, con pasión. Como dos novios en la primera cita. Luego ella se arrodilló frente a él, mirándome y sonriendo le desabrochó el pantalón y comenzó a mamársela. ¡Fue eléctrico! ...
Luego hicimos de todo, pero ese momento en particular fue mágico.

Otra escena similar, sucedió meses después, pero con una chica.
Mi novia quiso que contratásemos una profesional para compartirla. Morena, de buenas tetas, así la quería y así la conseguimos. Recuerdo que estaban las dos en la cama, casi totalmente desnudas. Solo con sus panties y la prosti se acercó con mucha delicadeza a mi chica. Le decía que ella sabía era su primera vez con una chica, que fueran poco a poco... y de pronto, mi chica se le abalanzó y comenzó a besarla en la boca, mientras metía su mano entre sus piernas buscando su coño... muy rápidamente, terminaría lamiéndole su sexo mientras yo solo las veía jugar.
 
Hay algunas imágenes que no se borran de la mente; así como las emociones que generan.

En mi caso, el inicio de la primera vez fue increible y aunque fue hace más de 10 años, aún hoy me excita.
Mi pareja de entonces y yo habíamos invitado a un chico a unisernos en un hotel. Tomábamos unos vodkas para romper el hielo. Ella estaba abrazada a mi, mientras hablábamos sentados en unos taburetes altos. La besé y le susurré en el oído que la quería ver mamandole el guebo a él. Ella me sonrió y obedientemente fue hasta él. Comenzaron a besarse en los labios, con pasión. Como dos novios en la primera cita. Luego ella se arrodilló frente a él, mirándome y sonriendo le desabrochó el pantalón y comenzó a mamársela. ¡Fue eléctrico! ...
Luego hicimos de todo, pero ese momento en particular fue mágico.

Otra escena similar, sucedió meses después, pero con una chica.
Mi novia quiso que contratásemos una profesional para compartirla. Morena, de buenas tetas, así la quería y así la conseguimos. Recuerdo que estaban las dos en la cama, casi totalmente desnudas. Solo con sus panties y la prosti se acercó con mucha delicadeza a mi chica. Le decía que ella sabía era su primera vez con una chica, que fueran poco a poco... y de pronto, mi chica se le abalanzó y comenzó a besarla en la boca, mientras metía su mano entre sus piernas buscando su coño... muy rápidamente, terminaría lamiéndole su sexo mientras yo solo las veía jugar.
Gracias por compartir tu experiencia. Que lindo saber que, a pesar de los años, seguis conservando momentos o imágenes grabadas a fuego en vos. ❤️
 
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